Envenar mi sangre de vino santo es la cura de los mares
se puede esperar, pero no quiero vivir la eternidad sin tu amor cariño
Esperaba a desaparecer y que corrieras a encontrarme
a perderme y hallarte
en la alegría y la tristeza que vieras la forma ...
en la oscuridad que enciendas mis llantos como aquella estrella inapagable
Pero siempre debías volver
miraba tu rostro lejano, mientras se apagaban las luces
muy tarde te diste cuenta
que el amor en mí se anestesiaba en un hospital abandonado
En el vino su poder desfallecía lentamente
y me ahogaba hasta el otro día
las tormentas se apagaron
y mi amor por fin murió
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